30 septiembre 2010

Rock & Blood Capitulo XXXII: Un Reencuentro y un Doloroso Adios


Era un reencuentro perfecto, el amor seguía ahí, el rencor y el odio habían sido exiliados, era como si fuera la primera vez que nos besábamos, pero mi mente divaga y negrecía nuestro Rainbow World.

Entramos al viejo y sucio departamento, Ignacia se veía más sexy y linda que la ultima vez, traía puesto una camiseta rayada y unos pitillos negros que hacia lucir extremadamente lindas sus flacas piernas.

-Andrés ¿Te acuerdas de esta vieja rola?

-¿Cual?

-Esta escucha...

Comenzó a sonar los viejos acordes de una vieja canción, con la cual nos conocimos, era Encontrar de Andrés Valdivia

Nos miramos como si no nos conociéramos, ella se quito la sexy polera y quedo semi desnuda, comenzamos el viejo juego del amor, ella gritaba desnuda en el viejo colchón de la sala, mientras que yo sudaba por cada parte de mi cuerpo. Empezamos en Encontrar y terminamos escuchando Lithium, más de hora de un perfecto y necesario reencuentro.

Tenía miedo, ella dormía y no sabía decirle adiós. Eran las 7:30 y tenía que juntarme a las 8 con Antonia y sus padres.

-Me tengo que ir, sorry- Le dije con la voz y las manos temblando.

-Está bien ven a mañana a la misma, trata de hacerlo por favor

-Obvio- Dije mientras besaba su frente y me despedía de aquel dulce final.

Me encontraba feliz, pero me preocupaba la futura reacción de Antonia, en Seattle le jure amor eterno y ahora la negaba como a una bazofia cualquiera. Me olvide de toda esa mierda que me hacia cuestionarme de nuevo, escuchando a un amigo de Isabel, que es un tipo medio famoso en USA, ósea es músico medio indie-accoustic, Never Shout Never creo que se llama.

En verdad ese tipo me hizo olvidar todas esas cosas mientras caminaba a la casa de Antonia, Iba llegando cuando me llama al celular y estaba como a una cuadra de mí, y me saludaba, como si fuéramos un par de pendejos en nuestro primer pololeo.

-Te extrañe, porfa hoy quédate

-Bueno, si total no tengo ningún lugar donde pueda ir

No quise decirle sobre el asunto de mis viejos, porque sabía que me pediría que me quedase en su casa y no quería.

Cenamos, los tipos me juzgaron caleta cuando les conté, sobre el tema de mi salida de Periodismo en la UDEC, también me juzgaron, de la forma que me fui a USA. Era como si estuviera hablando con mis padres, al lado mío estaba Antonia roja, como si fuera la primera vez que conocía a sus padres.

-Y Andrés, ¿tu mamá como ha estado?

-No sé, hace muchos meses que no hablo ni con mi madre ni mucho menos mi padre

-¿Pero cómo?...

-Mire- interrumpí -Nunca me he llevado bien con los dos era una relación de "Hola y Chao", hoy se termino, luego de meses en USA, me arrojaron de la casa, por eso ahora estoy viviendo con una buena amiga en el centro, la cual hace mucho tiempo no veía y con la que tenía una deuda pendiente. Ahora permiso necesito un cigarrillo.

Me levante de la mesa y fui al patio, mientras encendía el jodido cigarro Antonia apareció y me pidió disculpa por lo que habían dicho sus padres.

-Da lo mismo desde los 18 que llevo escuchando que soy un pendejo, soñador y tono

-No es eso, es que quiero conocer a esa amiga tuya.

-Bueno, llévame en el auto hasta su departamento y la conocerás.

-Okey!

Me fume mí jodido Lucky Strike y me despedí de los padres de Antonia, ella me llevo hacia el departamento de Ignacia. Cuando ella me abrió vestía la misma polera rayada de la tarde la cual era larga y cubría sus calzones negros.

-Ignacia ella es Antonia mi novia

-Hola

-Hola....

-Amor es tarde, vete a tu casa mañana te llamo

-Bueno, Bye

-¡Besos!

Cuando entramos al departamento Ignacia me dijo "Linda tu noviecita"

-Ya para, que onda que me querías decir en la tarde- le dije mientras me sacaba los pantalones y la polera.

-Samanta murio

-¿Qué? ¿Quien?

-Samanta, tu "amiga", murió hoy.

Ignacia había conocido a Samanta luego de que Andrés se fue a USA, estas dos se conocieron en la clínica psiquiátrica donde estaba internada Ignacia.

-Hola, seré tu enfermera, Samanta Kast, ¿Tú eres Ignacia cierto?

-Sí, gracias, he ¡hola!

Luego de días donde solo se saludaban y hablaban de pastillas un día Samanta rompió esa rutina, ya que, la reconoció y supo que era la novia de André, en ese tiempo la ex novia.

-Ignacia, mándale mis saludos a Andrés, por favor.

-¿Cómo?

-Mira se que tienes un novio llamado Andrés.

-Bueno tenía, el maldito se fue justo cuando más lo necesité

-El no se fue el volvió, el se fue solo para decirme que te amaba y no te dejaría, también un día antes de que se fuera a USA Andrés me dijo que tenía miedo de hacerte daño otra vez y por eso iba a escapar

-Tu eras esa chica, cierto la que conoció esa vez que nos separamos.

-Si, pero nunca paso nada importante, el estaba conmigo, pero en el fondo yo sentía que él pensaba en ti.

De esa manera Samanta e Ignacia se vieron unidas, Andrés era esa unión, Samanta logro que Ignacia perdonara a este y ahora ella ya no está.

En ese momento derrame lagrimas, Samanta fue una parte importante de mi loser vida, ella me enseño de que Ignacia era mi real amor y me cambio y logro contralar esos impulsos de sangre y violencia. Ignacia me abrazo y me consoló.

Esa noche llore junto a ella mientras dormíamos, ella me consolaba con sus manos secando mis lagrimas.

A la mañana siguiente Antonia me llamo y no quise contestarle.

-Antonia mira hablas con Ignacia, Andrés no puede verte hoy, irá a ver a una vieja amiga, ya que esta murió hace poco y él no sabía.

-Amor, gracias.

Nos vestimos ambos de pitillos negros, yo con una camisa a cuadros roja con negro y mis gafas, ella con una polera de esqueleto larga y también unas gafas. Para ir al cementerio y despedirme de Samanta

En el cementerio preguntamos el nombre y nos llevaron hacia el lugar, en la lapida solo salía su nombre y el año de nacimiento, aunque abajo decía "I am a Sick Poets Working Part Time Jobs", la cual era la letra de una canción.

Fume un cigarrillo y lo deje sin apagar justo en su tumba, eso más un simple rosa la cual significaba mucho para mí. Ignacia dejo un brazalete que ella le había regalado, además de lagrimas que ambos habíamos arrojado. Al momento de irnos le dije "I Love See You Know" y pude sentir un Gracias Andrés justo cuando di la espalda a aquella lapida.

Era raro, estaba en Chile con Ignacia, pero el ver la lapida de Samanta me descompensaba por todo lo que ella había hecho por mí, además de la negación permite a Antonia y ser un falso cuando estaba con ella me tenía un poco mal. ¿Era hora de confesar o de seguir jugando a esta Fucking Game Called Life?

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