24 febrero 2011

Fragmentos

Era raro, agonizaba y me dormía a causa de las pastillas y la anestesia pero aun recordaba cuando la conocí. Estaba en 2° medio y ella era la chica nueva, recuerdo que se sentó en el segundo puesto de mi misma fila, la de la ventana, era atípico que llegaran compañeras nuevas, osea que no hayan estado en el liceo en primero. A Ella la obligaron a presentarse, ya que por mala suerte la primera clase la tuvimos con el profesor jefe. Cuando se paro enfrente de todos, note o mejor dicho todos notamos su nerviosismo, no quise pescar mucho y seguí dibujando mientras movía el pie al ritmo de una canción que pasaba en mi cabeza.

-Bueno ahora preséntate ante tus compañeros. - Dijo el profesor mientras se apoyaba en una esquina de la mesa.

-Me llamo Carolina y llegue hace poco, vivía en Santiago y solo eso.

-¿Eso? Que fome, cuéntanos mas acerca de tus gustos. - Dijo el profesor tratando de demostrar confiesa y juventud

-Bueno gustos... -Pensó - me gusta la música, los libros y no sé la fotografía

Fue en ese instante donde la mire, para simplemente verla, aunque los demás del curso se reían y las mujeres igual la miraban raro. Ella se sonrojo y volvió a su lugar. Luego de eso el profesor explico un poco lo que seria del año no importaba mucho y decidí no escucharlo, como me sentaba en el último puesto y solo, no era muy llamativo para los demás.

Al momento de salir a recreo como que todos se trataban de acercar a Carolina y era como obvio al ser la chica nueva, pero ella parecía no pescar a esos idiotas.

Casi en todos los recreo subía al segundo piso y en la parte antigua de mi liceo, me quedaba leyendo por lo que duraba el recreo o solo me quedaba a escuchar música. Debo admitir que en mi curso nunca me a gustado, la mayoría de mis compañeros o están preocupados de superficialidades, como su pelo, ropa, maquillaje y apariencia, aparte la mayoría me cae mal al igual que yo les caigo mal a ellos.

Cuando sonó el timbre no pesqué y llegué unos minutos después, por desgracia Biología era el ramo de turno y la profe desde el año pasado me tiene mala, todo por decir que su ramo a mi no me ayudaba, ya que no me interesaba lo encontraba una bazofia.

Como era de esperar no me dejo entrar así que me fui al patio, lo genial del Liceo es que tenía un área verde a toda raja y me gustaba tirarme en el pasto a escuchar música o mirar las nubes.

El plan era simple quedarme en el pasto escuchando Nirvana o Anti-Flag, ni siquiera había llegado al pasto cuando veo a Carolina caminando por los pasillos del liceo, retrocedo y trato de acercarme, ella frena y mira hacia atrás, hablamos

-¿Tu estas en el 2° B, cierto?

-Si

-¿Por que te echaron?

-Ni siquiera entre, llegue tarde y no me dejaron entrar ¿y a ti?

-Me dijo que me fuera porque estaba escuchando música y ni siquiera había pasado lista

-Que mal ¿oye como encuentras al curso?

-No sé, son muy raros no creo adaptarme

-Yo el año pasado dije que trataría de adaptarme pero nunca paso. Ellos son muy ellos, son como egocéntricos y todo ese amor por ellos mismo...

-Muy normales. - interrumpió.

-Si algo así

-Entonces no creo que encaje, ya que, soy rara para ellos

-Si pero al menos ahora seremos dos

Le conté sobre el antiguo edificio y estuvimos ahí un rato, era lindo por primera vez no sentía esa puta soledad que me embriagaba día a día. Para el cambio de hora ella se levanto y yo la seguí, ella decía que estaba buscando algo una puerta que nos permitiera subir al techo pero no aparecía cuando yo me daba por vencido y ella aun buscaba la dichosa puerta, esta apareció, subimos una escalera, lo peor: Ella subió primera y yo la seguí pero estaba demasiado avergonzado. No quería mirar hacia arriaba, ya que podía ver algo y ella se podría molestar conmigo. Al momento de llegar nos dimos cuenta que ya todos estaban en recreo, menos mal que en la parte del antiguo edificio nadie mira ¿por que?, solo esa así.

-Me gusta la vista

-Si es cool

Carolina me ofreció un cigarro, acepte, había fumado una que otra vez cuando le robaba los cigarros a mi padre, pero nada mas. Fue en ese momento cuando la vi bien, su cara blanca, sus ojos azules, su pelo rubio o mejor dicho claro de un neutro hermoso y su esquelético cuerpo, que hacia resaltar su columna vertebral por sobre la polera y el chaleco del liceo

Solo estuvimos ahí unos minutos, hasta que un auxiliar nos vio y nos enviaron a ambos a inspectoría y fue en ese momento en donde pude ver la mitad de un corazón dibujado en su converse izquierda lo cual era muy tierno, pensé.

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