12 abril 2012

Cercanía



Miraba ansioso y preocupado a través de los ventanales del bus. Miraba a la izquierda, al frente y a la derecha. No leía, estuve todo el camino sin leer, porque sabia que si leía me podía sumergir y salir cuando ya hubiese estado muy lejos de su paradero y con mi escasa capacidad de ubicación me hubiese perdido tratando de encontrar su casa sin los puntos de referencia que me mando ayer por ask.

Desde el raro encuentro con Elizabeth nos empezamos a conocer más o al menos a conocer nuestras mentas e imaginaciones. Casi siempre hablábamos por twitter o por ask en tumblr. Sabíamos lo típico de cada uno; Que estudiábamos, donde, en donde vivíamos, películas y libros favoritos -mínimo dedicamos casi 5 horas en hablar sobre este punto-. Luego de un "Hola, ¿Como estas?, ¿Como te fue?, ¿Que hiciste?" empezábamos a imaginar historias, muchas historias y cada una mas rara que la anterior.

Ayer ella me dijo que se contagio de viruela de su hermano menor, yo le conté mi experiencia con la viruela a los 9 años y ella me pregunto si es que podía ir a acompañarla, le dije que si. Me gusto la idea de sobre ir a su casa y charlar o jugar, ya que, por su hermano menor tiene muchas consolas y juegos. Ella me envió los puntos de referencia y un mapa anti despistados para llegar a su casa.

De apoco a la micro se asomaba la esquina donde en San Pedro indicaba la ubicación de la Teletón y de la muni. Me baje, tenia que seguir derecho, luego doblar a la derecha, entrar a un pasaje, seguir derecho. En la esquina del pasaje tenia que haber un local de papas fritas y pollos asados y tenia que caminar por la misma vereda en donde estaba el local. Para llegar a su casa tenia que seguir en esa dirección hasta ubicar el pasaje Yaganes  y luego ubicar la casa 336, me dijo que en la ventana del segundo piso iba a ver puros pájaros de origami, para que así se me sea fácil ubicarla, tuvo razón, camine mirando las ventanas y la quinta casa de la derecha era la de ella.

Nerviosamente toque el citofono y en menos de tres segundos salió ella. Esta vez no vestía ni jeans, ni converse, ni menos una polera de The Smith. En ese momento llevaba una polera de Nirvana, la parte de abajo de un pijama y unas pantuflas de jirafas. Fue ahí cuando explote y saque una carcajada un poco enorme,
Ella me miro y frunció el seño y saco la lengua
-Pero al menos no ando con.... con.... con zapatillas feas.-saco la lengua y se cruzo de brazos.
-Pero al menos mi polera es de la mejor película de la Burton Old School, aparte que es tu favorita, por sobre toda su filmografía.- Yo andaba con una polera del Joven Manos de Tijera la cual me diseño ella misma, ya que, ninguna imagen era buena para estampar.
-Pasa, pero bajo tu propio riesgo.
A medida que me iba a cercando se me pasaban los nervios, sus pantuflas parecían mirarme y los puntos rojos de su cara parecían brillar casi como luces navideñas.

Su casa no era ni tan grande ni tan chica, aunque se veía más chica por la tele de plasma y las 3 consolas que había en living. -Mi hermano chico pide cada consola que sale y mi papá siempre se las compra, debe ser porque el se ponen a jugar a escondidas, como si estuviera reviviendo su infancia de nuevo.- Dijo Elizabeth al momento de pasar frente a las consolas. Lo demás que había en la casa era lo típico, miles de fotos de la infancia, los diplomas y uno que otro recuerdo a donde han ido. Elizabeth me invito a su pieza, ya que, no le gustaba mucho jugar en el living, prefería jugar en cerrada, echando puteadas y escuchando música.

Mientras subíamos la escala no me podía hacer una idea de la pieza de Eliza, me costaba encuadrar una imagen de su personalidad en un espacio cuadrado, pero a la vez muy propio. Todas esas confusas fantasías quedaban atrás a medida que ella me decía -pasa, pero sácate las zapatillas.- Su pieza era normal, no era nada del otro mundo, ni menos del mío. Sinceramente me había imaginado su pieza llena de posters, cuadernos y libros tirados en el piso y algunos acomodados en una pequeña repisa. Pero en realidad sus paredes no las cubrían ningún posters y su piso alfombrado no estaba repleto de libros, pero si había una repisa con cuadernos y libros, pero esto estaban demasiado ordenados.

-Ya no mires tanto y juguemos
-¿A que?
-Mario Kart, obvio
-Bueno, pero prepárate porque si gano me deberás un apuesta
-¿Que apuesta?
-No lo sé
-Pero si yo gano me deberás una apuesta también
-Trato hecho

Jugamos la primera copa, íbamos empatados y la última etapa lo definía todo. Durante toda la pista fui primero y ella segundo, a ratos nos cambiábamos pero siempre había un poder que me salvaba y volvía a ser primero, pero en la ultima jugada a ella le salió la estrella y avanzo súper rápido, me golpeo y gano con la clásica música de Mario, lo cual fue mas humillante. Yo bote el control con actitud súper pendeja y ella me  sacudió el pelo y me grito en todo el oído ¡GANE! El grito hizo que me callera y me pegara en el borde de la silla, ella desde la cama me mira pensativa.

-Bien pequeño padawan, como te torturare...- Ella pensativa y yo tirado en el suelo haciéndome el muerto, cuando abro los ojos ella esta encima mío mirando me y sus puntitos de la viruela se ven tiernos, no sé que nivel de ternura es ese, pero para mi lo eran
-Te apuesto a que no te atreves a besarme.- A medida de que se iba armando esa frase mi cara se ponía colorada poco a poco.
-Y si no quiero. Dije súper nervioso
-Si no quieres mmm, tendrás que correr en bóxer por el pasaje y gritar "SOY UN MALDITO LOSER". Dijo sentenciando con una risa un poco psicópata.
-Bueno, correré en bóxer.
-Entonces te grabaré y la internet te amara jajajaja

Mientras bajábamos las escalera no sabía que hacer, no quería quedar en ridículo en la internet, pero tampoco sabía si quiera besarla, pero, pero...-Empieza luego.- Dijo interrumpiendo lo que estaba pensando
Me estaba apunto de bajar los pantalones, ella sacaba lentamente el celular, ahí fue donde reaccione, di media vuelta y la bese, ella se sorprendió, pero no nos despegábamos, ella boto su celular debido a la sorpresa o al susto. Cuando nos despegamos, fue raro, no sabía que decir, así que le dije -Chao.- a la noche te mando un ask o algo.-

Corrí, porque en verdad sentí cosas, pero no tuve el valor al saber si ella sintió lo mismo que yo y me daba pavor averiguarlo. Ahora me encontraba sentado en el paradero, esperando que pasara la micro y moviendo la pierna compulsivamente como siempre lo hacía durante una espera, de repente me vibra mi celu, al verlo tenia un mensaje de ella, al leer ese mensaje una sonrisa se me dibujo en todo mi ser. Aquel mensaje decía "Tonto, tenemos que hablar, pero es lindo <3"

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