19 agosto 2010

Rock & Blood Capitulo XXVIII: Perfect Balance?


Ya las estrellas nos cubrían. Esa misma noche cuando llegamos de la casa de Cobain, me fui del departamento de Isabel, cambie todo esa comodidad, confianza y sexo. Por el amor en todos los sentidos que me podía entregar Antonia.

-Espero que te guste, no tengo tantas cosas, pero estaremos bien.-

-No te preocupes, con un saco de dormir y algo de comer soy feliz.-

En aquel departamento solo se encontraba; un minibar, una cocinilla y claro una cama. Luego Antonia me explico que había encargado su MacBook y su Televisor a la casa de sus padres y que deberían llegar en un par de dias. Esa noche mientras nos acomodábamos y comíamos un par de sopas instantáneas, Antonia me contaba sobre lo que le había sucedido luego de nuestra indeseable separación.

-Cuando nos separamos con mis padres nos fuimos a Inglaterra. Mi madre trabajo un tiempo en The Times un diario de Londres, donde cubría todo lo de Literatura y Cine. Yo por mi parte me trataba de acostumbrar al idioma y a los niños del Colegio. Sufrí mucho sinceramente pensaba en ti la mayor parte del tiempo. Cuando tenía 17, un compañero se me acerco, era extraño, ya que, me recordaba mucho a ti. Terminamos en un noviazgo que duro casi 1 año; Cuando lo íbamos a hacer en su pieza le dije "Andrés I Love To Much" y el termino conmigo. Tu recuerdo no desaparecía.

Mis padres viajaron de nuevo, mi madre ahora trabajaba en el New Yorker y yo comenzaba mis estudios de Periodismo, los cuales congele, cuando decidí venir a vivir a Seattle y sin querer te encontré aquí.-

Yo como era obvio le conté sobre Ignacia y todo lo que había pasado desde que la conocí mientras leía Rockeros Celestes en Concepción. No me regaño ni nada, no se porto extraña por las cosas freak que me sucedían solo me dijo -Da lo mismo ahora que estamos juntos.- ella se desvistió y seguía hermosa y pálida como la recordaba.

-Ahora solo nos falta concretar lo que nunca pudimos cuando éramos unos Adolecentes alimentados de Blink, Gufi, Tronic y todas esas bandas que contenía ese CD de Mezclas.-

Estábamos desnudos y pálidos, yo temblaba, ella nerviosa me besaba. Mientras que yo inmóvil me quedaba abrazándola y todo eso.

Esa noche aun la guardo en la retina, todo el amor que ambos entregamos no era indiferente. Fue la mejor noche de mi vida. Mejor que ver una película absolutamente SOLO en el cine, mejor que poseer la discografía de Nirvana autografiada y mejor que cualquier otra cosa que se me ocurra. En ese momento sentía amor y me quemaba por dentro y por fuera, lo malo es que esa misma sensación me recordaba muchas cosas de Ignacia la cual aun recordaba y no olvidaba así como los elefantes que son incapaces de olvidar.

A la mañana siguiente encendí un cigarrillo mientras comía cereales. Antonia me miro raro. Yo le respondí "Para Kurt Cobain era el mejor desayuno que existía". Ambos reímos y comimos desayuno sobre el mismo colchón en el cual dormimos nuestra primera noche juntos. Ahora solo quería pasar el mayor tiempo con Antonia, ya que, presentía que por una extra razón nos distanciaríamos como me ha pasado con las otras chicas que se han relacionado conmigo. Lo peor de ese próximo alejamiento es que sería la segunda vez que me separara de Antonia y todo eso me ponía mas paranoico que de costumbre.



1 comentario:

  1. jejeje los elefantes no se olvidan?? xdd
    me gusta harto el final, sigo pensando que cada vez mejoras más un abrazo :D

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