31 marzo 2011

Amarillo, Cafe y "Hola"


Solo una palabra bastaba para poder llamar su atención. Ella me miro y regreso la mirada, yo sonreí y la seguí mirando. La plaza estaba vacía, salvo por las hojas que caían de los arboles, el amarillo y el cafe de las hojas se mezclaban con sus jeans gastado su polar plomo y sus zapatillas semi rotas. Ella dibujaba debajo del árbol mientras que yo me encontraba leyendo y escuchando un viejo Discman sentado en los columpios.

Me sonrojaba un poco al mirarlo, no lo conocía, no sabia su nombre ni menos su edad, pero leía "El Señor de los anillos" y tenia una polera de Don Ramón, además de un no-se-que que me hacia mirarlo obsesivamente, casi sin parpadear

Menos mal tenía puesta mis gafas, pensé. Sin ellas, la chica podría notar que la miro fijo, podría notar que veo su polar con el parche de ramones en el brazo izquierdo, podría notar como veo el pequeño hoyo de su jean que esta más arriba de la rodilla.

El se ve bien ¿de verdad será así? me pregunto ¿quizás es solo una faceta de hipster? me cuestiono

Saqué la última página en blanco de "El Señor de los Anillos" y anoto mi correo y mi nombre

Rayos se acerca, mis manos sudan y mi cabeza se vuela en una sobredosis de pensamientos e ideas tontas.

Le dejo el papel en sus rodillas un poco tembloroso y me largo, a ver si la chica me escribe algún mail

Su E-mail y su nombre "Francisco" yo sonrió y mis mejillas se vuelven cada vez mas rojas

Solo en casa, libros esparcidos en mi pieza y una computadora. Abro mi e-mail. Tienes-un-mail-nuevo, aparece a la bienvenida y una tal underintesea@iam.net me escribía "Hola, Francisco". Mi cara simplemente era la misma de un niño de cinco años en el día de su cumpleaños y con millones de ideas respondía con un "hola, quien-seas (:"

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